José Félix López (guitarra acústica y voz) y Miguel Ángel Márquez Cáceres (guitarra española y voz) han arrasado en los mejores teatros del país gracias al boca a boca. Pero no han perdido el norte. Han explicado así ese inusual éxito en una reciente entrevista: “Somos como una especie de tienda de ultramarinos chiquitita sobre la que se ha ido corriendo la voz de que tiene buenos precios y productos gourmet”. Y es que Antílopez, un dúo que ironiza sobre lo que cobran las grandes estrellas de la música por sus bolos, presumen de independencia y libertad. “Hacemos lo que queremos y nadie nos mangonea. La verdad es que es una alegría ser libre y que nadie te tenga cogido por los estribillos”.
¿Cuál es el secreto de estos chicos? Un directo único en el mundo, un espectáculo que hay que ver. El relevo natural de los Sabina, Krahe o el mejor Kiko Veneno mezclado con el absurdo inteligente de La Trinca, Faemino y Cansado, el virtuosismo de Les Luthiers y el savoir faire de Lina Morgan. Un estilo personal al que ellos denominan “chiripop”. Músicos, cómicos, creativos, compositores, poetas, cronistas de la realidad, emprendedores, showmanes, ¡libres! Dos auténticos héroes cotidianos, que con humildad y trabajo han conseguido conectar con legiones de fieles y todo gracias al boca a boca.
Sin duda, algo nuevo y exquisito: un producto selecto y descarado que encandiló a personalidades de la talla de Buenafuente, Latre, Jose Tomás, Martirio, Selu García Cossío, Dani Rovira, Santiago Auserón y ¡muchos más! Tal como consta en la sección críticas de su canal web Antílopez.tv : “El lavado de cara que hacía falta al panorama musical”. “Música 3.0”. “Espabilidad emocional”. “Canción de autor Globetrotter”. “Producto nacional brutal”. “Están de dulce. Pa’ comerselos”.
Manu Sánchez en El último santo
Manu Sánchez vuelve por todo lo alto al Teatro Cervantes de Málaga para presentar su nuevo espectáculo teatral, El último santo. Convertido en el mismísimo Satán, el conocido actor y humorista regresa con una función única para la que apenas quedan butacas disponibles. Con su actuación del martes 29 se cerrará el ciclo Humoradas, que comenzó en octubre con Faemino y Cansado en ¡Quien tuvo retuvo! y Álex O’Dogherty en la tragicomedia musical El amor es pa ná, y que también incluye el concierto-show de mañana de Antílopez.
El último santo ha cautivado a más de 31.000 espectadores desde su estreno a finales del año pasado. Podrá verse también en Ronda y Alhaurín el Grande el 9 y el 10 de diciembre respectivamente. Tras su éxito como monarca en El rey solo, Manu Sánchez se adentra ahora en la piel del mismísimo Satán, con un acento tan gamberro como políticamente incorrecto, para anunciar la llegada del Apocalipsis.
El mundo se acaba y parece que la Creación no ha salido como se esperaba. Dios no está dispuesto a aguantar ni un segundo más a corruptos, desagradecidos, desalmados, tramposos y egoístas; el ultimátum es claro, y el encargo cae en manos del único que conoce el Paraíso y el Averno, el único que estuvo arriba y abajo, el único que parece tener respuestas… el pecador, el disfrutón, la bicha mala: El último santo.
Este apocalíptico trayecto trufado de risas es la confirmación de un actor, humorista y showman de múltiples perfiles que ha seducido a programadores, críticos, público tradicional y nuevos espectadores. Ingenioso, punzante, mordaz, afilado y definitivamente hilarante, El último santo muestra a un Manu Sánchez experimentado sobre las tablas, un talento desorbitado para la retórica más vertiginosa con incluso pequeños guiños al género musical y una puesta en escena que sumerge al espectador en un ambiente destructivo y vitalista a la vez. Una obra en la que su protagonista nos hará comprender que no todo es lo que parece y que hasta el mismísimo infierno puede convertirse en el auténtico paraíso.
Después de la gran acogida que tuvo con El rey solo. Mi reino por un puchero (más 70.000 espectadores en un espectáculo que está aún de gira), Manu Sánchez y su productora 16 Escalones se embarcan de nuevo juntos en este proyecto con el que pretenden “volver a poner en cuestión, apoyado en el sarcasmo y la comedia irreverente, los problemas que más preocupan a la sociedad de hoy en día”. Tan reflexivo como desternillante, Manu Sánchez cree que “el humor permite analizar la realidad sin paños calientes, decir verdades sin tapujos, pero al mismo tiempo, sin incomodar al espectador”.